Puerta del SolLa historia de la Puerta del Sol representa una parte esencial de la memoria de la Villa de Madrid (capital España), no sólo por ser la Puerta del Sol un punto de frecuente paso, sino por constituir el «centro de gravedad» del urbanismo madrileño.

La plaza ha ido adquiriendo su carácter de lugar de importancia histórica desde sus inciertos inicios como calle Ancha e impersonal en el siglo XVI,1 hasta las descripciones de los primeros viajeros románticos, las recepciones de reyes, las rebeliones populares, manifestaciones, etc.

Ha sido el escenario de los acontecimientos principales de la vida de la ciudad, desde la lucha contra los invasores franceses en 1808 hasta la proclamación de la Segunda República en 1931, conservando además su lugar como protagonista de la costumbre de servirse las doce uvas en Año Nuevo, al son de las campanadas tocadas por el reloj de Correos.2 En la actualidad es un nudo de comunicaciones, punto de reunión, de citas, lugar de celebraciones y comienzo de manifestaciones en la Capital.

Desde sus comienzos, su posición en la geografía urbana madrileña le ha dado un protagonismo como lugar de encuentro social, nombrado a veces como forum matritense. Ha sido definida también como «Plaza y foro» de España por Antonio Machado.

La Puerta del Sol ha entusiasmado a diversos escritores desde los comienzos de su historia, y muchos de ellos han incluido este espacio en sus obras literarias. Ramón Gómez de la Serna y la Generación del 98,7 en sus obras madrileñas, han descrito el ambiente social de este centro.8 En ellos describen la animación existente de sus actividades diurnas.

Desde Lope de Vega hasta Ramón Gómez de la Serna las descripciones literarias son frecuentes, quizás por las tertulias literarias del siglo XIX en sus famosos Cafés.